"Te levanta o te sueña, es que el ceviche de huevo de toro es poderoso"... así, a breves rasgos, Marcelo Ordóñez, un hombre que a sus 66 años no tiene problema en lanzarse al piso y hacer 10 flexiones de pecho de corrido y luego levantarse a seguir conversando como si nada hubiera pasado, describe a este exótico plato, tradicional de la cultura de los "agachaditos" guayacos. "El secreto es que me tomo un vaso de sangre de los testes del toro, le pongo limón y sal y me lo tomo, eso me mantiene mejor que esos muchachos de 30 años y que ni fuerza tienen ya", destaca Ordóñez, dueño del local Aquí es Marcelo. Son las 10:45 de un lunes y es el momento ideal del día para un "agachadito" y como para empezar de buena manera la semana, este exótico ceviche no cae nada mal. Es Marcelo quien atiende su negocio, un pequeño local ubicado en Cuenca y Antepara. El hombre se acerca a una de las mesas a tomar el pedido y ve la cara de incertidumbre d...
Lo que va dejando mi caminar periodístico...