
¿Qué le pasa a Barcelona?, ¿porqué no hay resultados?, es difícil que alguien pueda responder a estos cuestiona-mientos que se hacen a diario los hinchas del conjunto canario, en especial tras la derrota sufrida ante Espoli.
La salida de Almeida fue una película repetida, la cual se vive de manera especial desde diez años atrás cuando Rubén Darío Insúa sacó campeón al cuadro torero y además lo hizo subcampeón de la Copa Libertadores de 1998.
Alguien que puede hablar sobre momentos buenos y momentos malos de Barcelona es justamente Insúa, estratega que vivió decepciones y alegrías como jugador y como técnico.
A su llegada al elenco canario como jugador, Insúa no estuvo a la altura que se lo esperaba, muchos pedían su salida, pero luego se convirtió en un ídolo. Como técnico estuvo cerca de descender, llegó a mediados de temporada, pero puso al equipo en liguilla. Insúa asimismo es el técnico que llevó a los toreros por última vez a la Libertadores en el 2003-2004.
¿Cuál fue la base para conseguir tantos logros?
-La base fue que nosotros siempre estuvimos conscientes con la historia de Barcelona, éramos un equipo que jugaba con la misma actitud de local como de visitante. Entregamos mucho trabajo, profesionalismo, mucha disciplina dentro de la cancha. Siempre tuvimos mucha entrega para con el equipo.
Pero todos los técnicos ofrecen lo mismo, ¿qué tuvo usted de diferente?
-Tuve la suerte de conocer Barcelona, ya había jugado ahí, sabía lo que significa-ba Barcelona, conocía a la hinchada, conocía la mística que se necesitaba para ser campeón, uno tiene que conocer todo el entorno de Barcelona, cono-cer al jugador ecuatoriano. Cuando empecé mi carrera como técnico, por suerte ya conocía al club.Siempre me gustó un Barcelona a puertas abiertas, que todos puedan ver todos los trabajos, que la gente pueda ver que es lo que hace, ya que el pueblo quiere saber que hace Barcelona.
Eso no pasa actualmente, Almeida guardaba mucho hermetismo
-Yo no puedo opinar a ciencia cierta de lo que pasa ahora, no estoy muy enterado de las particularidades en sí. Pero lo que sí puedo decir es que si un equipo busca campeonato, sus jugadores, dirigentes y el cuerpo técnico deben de estar conscientes de la presión que recaerá sobre ellos y que Barcelona es pueblo y el pueblo quiere saber de Barcelona.
¿Cómo evalúa sus incursiones como técnico en los toreros?
-Yo dirigí tres veces Barcelona. En la primera fuimos campeones y fuimos a la Liber-tadores y nos faltó poco para ser campeones. En el 2000 cogí al equipo en muy malas condiciones, estuvimos a punto de descender, pero salvamos la categoría y además clasificamos a la Li-bertadores. En el 2003 fuimos vicecampeones y clasificamos a la Libertadores.
¿Le gustaría dirigir Barcelona?
-Claro, me agradaría mucho, quiero volver a Barcelona para ser campeón. Me han llamado a preguntarme eso muchas personas. He escuchado que estoy entre los opcionados, pero aún no me ha llamado ningún dirigente.
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