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Estrellas en el ocaso de sus carreras


El ‘Fenómeno’, así bautizaron a Ronaldo en sus primeros años de carrera. Su fútbol parecía de otra galaxia y muchos decían ya que era el mejor jugador de todos los tiempos.

A los 16 años, Ronaldo fue parte de la selección de Brasil que conquistó el título en el Mundial de Estados Unidos en 1994, una gran y rápida carrera lo catapultó a ser considerado el mejor delantero de la historia.

Con 32 años, el máximo goleador de las Copas del Mundo (15 tantos) ha sido perseguido por graves lesiones. La nueva contratación del Corinthians de su país no juega desde febrero, cuando sufrió una lesión en el tendón rotuliano de la rodilla izquierda. Está previsto que vuelva a las canchas el 17 de enero de 2009, en un partido ante Boca Juniors de Argentina.

Raúl vive un caso parecido. Con 31 años, el atacante español en poco tiempo se adueñó del récord de máximo goleador de la Champions League, el cual ostenta actualmente con 63 goles, pero su carrera empezó a declinar a los 28 años, cuando el ‘Ángel del Madrid’ fue relegado a la banca.

El debate interminable en la liga española es si Raúl debe ser suplente o titular en el Real Madrid, equipo en el que debutó con 17 años y lleva 14 temporadas al máximo rendimiento. El delantero madridista se resiste a base de goles a que le busquen un sustituto, cuando parte de la grada pide un relevo como ya lo ha tenido en la selección española.

Cuando Zinedine Zidane se retiró -34 años-, muchos veían que su decisión había sido prematura, ya que aún podía seguir uno o dos años más en el fútbol de alta competencia.
Pero si se habla sobre David Beckham, todo cambia. Cuando el inglés aceptó jugar en Los Ángeles Galaxy de Estados Unidos, ya había pasado a un segundo plano en el Madrid. Beckham fue presentado el 20 de diciembre como nuevo jugador del Milán en el estadio Giuseppe Meazza, la que será su casa futbolística durante dos meses y medio, luego de lo cual deberá regresar a la Major League Soccer.

A partir de la treintena los futbolistas de élite suelen entrar en el declive de su carrera no solo por la edad, sino por el gran esfuerzo que deben realizar en cada jornada. La grave lesión de Ruud Van Nistelrooy, que lo dejará fuera de los estadios varios meses, es un caso más entre los veteranos que, poco a poco, se ven sin minutos en sus equipos. Crespo, Shevchenko, Figo, Solari, Valerón, Henry … están en esta situación.

Los ejemplos de una carrera futbolística en declive son más evidentes en futbolistas como el argentino Hernán Crespo (1975) o el ucraniano Andriy Shevchenko (1976). Delanteros en los equipos milanistas del Inter y Milán, respectivamente, y ambos ilustres goleadores, apenas cuentan con oportunidades en la presente temporada.

Crespo, tras su experiencia en Argentina, Italia e Inglaterra en equipos tan punteros como River Plate, Lazio, Milán, Inter y Chelsea, se resiste a colgar las botas con 33 años, aunque no cuente en exceso para su entrenador José Mourinho. El ariete argentino se defiende con el ejemplo de su compañero y compatriota Javier Zanetti quien, a sus 35 años, “está mejor que nunca”, en palabras de Crespo. Pero el caso de Zanetti, como el de Maldini, que a sus 40 años aún dirige la defensa del Milan, son excepciones en el fútbol actual.

Otros casos de longevidad en el fútbol son historia, como Stanley Matthews, el inglés que fue profesional hasta los 50 años o el argentino de River Plate, Angel Labruna, que jugó hasta los 49 años, 28 de ellos en la élite del fútbol argentino. O los brasileños Donato y Romario, que jugaron después de cumplir la cuarentena de años, o el colombiano Carlos Valderrama que alargó su carrera hasta los 42.

En Italia, los casos de Crespo y Shevchenko no son los únicos. El portugués Luis Figo (1972) se resiste a la jubilación en el Inter de Milán, aunque ya sus carreras por la banda derecha no son tan continuas como hace unos años. Como su compañero Julio Cruz (1974) ya sin tanto gol como hace unas temporadas.

Otro ilustre veterano que exprime sus últimas participaciones es Christian Vieri, que en el Atalanta de Bérgamo se asentó después de años trotanto de equipo en equipo, aunque entre lesiones y decisiones técnicas su participación es escasa.

En España, otros ilustres que se resisten a colgar las botas son Juan Carlos Valerón (1975), que tras un calvario de lesiones entra poco a poco en el engranaje del Deportivo de La Coruña; Iván Helguera (1975), que no acaba de encajar en el Valencia; Fernando Morientes (1976), también en el Valencia, y el francés Thierry Henry (1977), Bota de Oro en 2003-04 y 2004-05 pero que ahora en el F.C. Barcelona siente el aliento de jóvenes talentos que salen de la cantera azulgrana.

Caso aparte es el argentino Roberto Fabián Ayala (1973), hundido en la Segunda División española tras el descenso de su equipo, el Real Zaragoza.

En Inglaterra, Ryan Giggs (1973), Gary Neville (1975), ambos del Manchester United, y Dwigth Yorke (1971), del Sunderland, cada vez tienen menos participación, como ocurre con el brasileño Savio Bartolini (1974), que ha tenido que recluirse en una liga menor, la chipriota, para tener mayor reconocimiento.

La edad tampoco ha perdonado a jugadores que han triunfado en el fútbol europeo, pero que por falta de ofertas han preferido volver a sus países de origen.

Los casos más conocidos son los del argentino Santiago ‘Indiecito’ Solari (1976), que tras diez años en Europa ha recalado en el San Lorenzo de Almagro, y el brasileño Roque Junior (1976), que después de una larga estancia en Italia y Alemania defiende los colores del Palmeiras.

Algo en común entre estos jugadores es que todos brillaron en el plano futbolístico antes de cumplir 18 años y todos bajaron considerablemente su nivel antes de cumplir 30, edad en la que jugadores como Pelé o Franz Beckenbauer lucían en sus equipos.

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